Será una de romanos y de castreños, pero la actitud, por colectiva y comprometida, será irmandiña. Eso ha dicho Luís Tosar, protagonista del largometraje que la próxima primavera se rodará en Ourense y Lugo,Galaicus, y que aspira a ser, no solo una película, sino una lección de historia y una apuesta de país.
El largometraje, que se rodará en el 2012, costará cuatro millones de euros.
Con presencia del propio Tosar, de los productores Farruco Castromán y Rubén Riós y una retahíla de representantes institucionales en tanto que patrocinadores, los primeros pasos de Galaicus fueron presentados oficialmente ayer en el Centro Cultural da Deputación de Ourense.
La película está en fase de consolidar la financiación y avanza ya en la cuarta versión del guión, prácticamente la definitiva. El rodaje comenzará en el primer semestre del 2012, posiblemente hacia abril. Está sin definir el plantel de actores, con la excepción de Luís Tosar en el papel de Décimo Junio Bruto, y tampoco se ha hecho público el nombre del director.
Sí es fijo el autodescarte de Rubén Riós, impulsor de la idea, que ha rechazado la propuesta de dirigir su primer largometraje con un Galaicus que, entiende, requiere mayor experiencia.
En el acto de presentación de ayer, un día después de la gala de los Mestre Mateo, Farruco Castromán expresó su satisfacción por un hecho concreto: «Aquí, nesta mesa, temos ás tres forzas políticas de Ourense unidas por algo moi importante, que é unha película que fala de como eramos e da historia, das nosas orixes».
Tosar apostilló que «é unha idea bonita para traballar no concepto da identidade de Galicia; estamos falando dunha época da nosa historia que foi determinante, na que empezaban a chocar dúas culturas que tiñan moito que ver con nós, a celta e a romana». Aludió el actor a la cinta Gladiator, para asegurar que Galaicus «vai ser moitísimo máis acertada en rigor histórico».
Irmandiños cinematográficos
Galaicus tendrá un presupuesto flexible, en función de la financiación que consigan; las cifras que manejan los productores están entre 3,5 y 4 millones de euros. El límite por arriba no existe, matiza Castromán.
En el apartado de financiación, el proyecto, explicó Luís Tosar, «é dos máis raros porque vai por canles non habituais. Estamos implicando a moita xente, institucións e asociacións que teñen que ver coa recreación histórica, etcétera. Vai ser unha revolta irmandiña cinematográfica porque vai haber moitísima xente implicada na película. Para nós é moi ilusionante poder contar con tanta xente».
En el plano institucional, la Diputación ha comprometido una aportación de 250.000 euros, el Concello de Ourense, 150.000, y el de Xinzo, 50.000, en varias anualidades. La productora gestiona un «desembarco internacional» buscando una coproducción con países como Irlanda o Inglaterra, «polo vínculo que teñen con nós a través do celtismo», comenta Castromán.
visto por Zabu en La Voz de Galicia