Sinopsis
Debido al derretimiento del hielo Ártico, una prehistórica especie de agresivos y voraces tiburones se liberan del entorno cerrado en el que malvivían y comienzan a acosar a una estación de investigación, destrozando el suelo en el que se asienta y causando que se vaya hundiendo en las frías aguas…
En el Ártico nadie puede escuchar tus gritos
Tiburones de hielo es una producción SyFy / The Asylum, lo cual a priori no es buena señal, aunque en este caso el resultado no sea tan desastroso como se espera. De todas formas, la película se toma demasiado en serio a sí misma, y el carecer de ese puntito de absurdez y de humor (ya sea intencional o casual) hace que el resultado final se resienta un poco. Y eso que vemos a un grupo de tiburones cortando placas de hielo alrededor de una estación científica como si fuera un episodio del Coyote y el Correcaminos… y también vemos como esa estación se hunde, se vuelve estanca y permite sobrevivir a sus ocupantes.
La premisa inicial de la peli es curiosa, pero ese interés muere pronto y solo deseas que se acabe pronto el sufrimiento. El desarrollo es aburrido y sin tensión. Los tiburones lo mismo se arrastran fuera del agua para atacar a su presa, que dejan que un submarinista se pasee entre ellos sin prestarle la mínima atención. Los personajes no tienen ningún carisma, ni generan un mínimo de preocupación por lo que les pase. La mayor parte de las situaciones son excesivamente ridículas y, sí, dignas de cualquier episodio de los Looney Tunes, pero sin la más mínima gracia.
El director, Emile Edwin Smith, es también responsable de Mega Shark vs. Mecha Shark y Age of Ice, ambas de 2014, y aquí aparentemente intenta reunir sus dos pasiones, sin mucho tino, dicho sea de paso.
En fin, una película de supervivencia en medio de un entorno hostil y aislado a la que se le podría haber sacado algo más de jugo.