Sinopsis

Ellen Brody aún vive en el pueblo isleño de Amity, su marido murió hace tiempo de un ataque al corazón provocado, según ella, por su miedo a los escualos. Su hijo Sean, que es policía, acude una noche de Navidad a una llamada para desenredar un tronco de una boya y es devorado por un gran tiburón blanco. Ellen piensa que se trata de una venganza contra su familia, por lo que su otro hijo, Michael, decide llevársela con su mujer y su hija lejos de Amity.

La venganza mejor servirla en plato frío

Tiburón, la venganza debe ser una de las secuelas con la premisa más ridícula de la historia. Es decir, la protagonista cree que un tiburón acosa a su familia buscando venganza. Vale, su marido mató a un tiburón en la primera película y a otro en la segunda… entonces, el rencoroso, ¿es un pariente? ¿es una reencarnación? ¿le debían pasta los otros?

Tiene toda la pinta de ser un reciclaje de guión para otra peli. Pero un reciclaje de los vagos, en plan cambiamos dos cosas y dejamos igual todo lo demás. Ni siquiera hay un mínimo esfuerzo para explicar la tercera parte, se opta por ignorarla y punto. Con lo poco que hubiera costado que uno de los hijos de la viuda Brody dijera: «he soñado que trabajaba en un parque de atracciones submarino».

– Escucha, tengo un guión sobre un tiburón que persigue a toda una familia en venganza porque el padre intentó matarlo hace años. Como «Moby Dick» pero al revés… y con un tiburón, claro.
– No lo veo claro. Aún faltan más de 20 años para que se pongan de moda las películas absurdas con tiburones.
– Entonces podríamos usarlo como base para Tiburón 4. Llama a Roy Scheider, a ver si no está muy liado…

En fin, la cinta tampoco es tan tan tan tan mala. Sobre todo si conseguimos olvidar un poco que viene de tres dos historias previas, algo que resulta casi imposible debido a la cantidad de escenas de archivo insertadas y las continuas referencias aleatorias a lo pasado en ellas.

La escena de la persecución submarina entre los restos del barco hundido es una genialidad innegable. Pero, para compensar, el final es horrible. Supongo que la negativa del escualo de comerse a nadie que no sea un Brody (y a la chica del plátano flotante, pero esto puede ser falta de puntería) es una forma de hacer hincapié en que realmente se mueve por la venganza y no por la gula desaforada.