Podría ser mucho más, pero la verdad es que The Lazarus Effect se queda a medio camino de muchas cosas. Intenta ser un homenaje (de tapadillo) a El Exorcista, Línea Mortal y más concretamente con Frankenstein, e incluso con la más reciente Lucy, hasta podríamos ver paralelismos cercanos con Constantine. Pero quiere hacer tantas cosas, abarcar tanto campo, que al final no hace nada y te quedas a medio gas. 

La sinopsis es más o menos sincera, aunque me sorprendió que el colega a resucitar fuera Olivia Wilde. Una grata sorpresa, porque la verdad, lo hace estupendamente bien, pero hasta ahí todo lo bueno. Miento, el perro también mola mucho (hasta que deja de molar).

En muy resumidas cuentas, si te apetece volver a ver Frankenstein, pero con una morena de buen ver, a medio camino entre la tierra y el infierno, es tu película, ahora bien, no esperes grandes interpretaciones, ni una historia bien montada.

A nivel científico hace aguas por todas partes: volvemos a la ‘teoría del uso del 10% del cerebro’, pero aquí dicen que ‘usamos el 100%, pero sólo un 10% de cada vez’… Ole tus huevos!

Los efectos especiales están bastante guays y ayudan a que todo sea más digerible.

Bah, si te sobran 83 minutos tampoco lo vas a pasar demasiado mal, pero no me lo tengas en cuenta si te parece una soberana mierda.