Sinopsis de «The Cloverfield Paradox»

Con la Tierra en mitad de una crisis energética, un equipo de astronautas se encuentra en el espacio tratando de dar con una solución a los problemas del planeta. Pero durante una maniobra fallida quedan flotando sin saber muy bien por qué y sin saber cómo volver a su lugar de origen. Las cosas dentro de la nave ocultan una realidad mucho más terrorífica.

The Clover Particle

The Cloverfield Paradox es la tercera entrega de la no-saga producida por J. J. Abrams que se inicio con Monstruoso (Cloverfield) en 2008 y continuó con 10 Cloverfield Lane en 2016. No es una saga como tal, porque no estamos ante una historia que continue de manera (más o menos) lineal sino que se compone de películas casi independientes que aparentemente transcurren en un mismo universo compartido con un vínculo anecdótico entre ellas.

Con el tema de fondo del agotamiento de los combustibles fósiles, la última esperanza (sigh) de la humanidad es un acelerador de hadrones situado en una estación espacial que, una vez en marcha, será una fuente de energía ilimitada por siempre jamás. La acción tarda un poco en arrancar pero en cuanto empiezan a pasar cosas es un no parar, con un ritmo incesante y una acumulación muy bien llevada de intriga, dudas, traiciones, accidentes… y una búsqueda contra reloj que solucione el accidente que ha causado el acelerador.

Como peli de suspense en el espacio cumple bien, aunque cada dos por tres tenga elementos que recuerdan a algo ya visto; como parte del «Universo Cinematográfico Clover» no es más que otra pequeña pieza cogida por los pelos en la historia de la invasión alienígena y el ataque de los monstruos colosales. A ver si en alguna de las dos próximas secuelas anunciadas la cosa vuelve a centrarse (aunque solo sea un poco) en los bichoños gigantescos