Tercera película de las tres que el director Chan-wook Park ha dedicado al tema de la venganza. Las otras dos son «Sympathy for mr. Vengeance» y «Old Boy». En este caso, la aproximación al tema empieza de forma similar a «Old boy», con un plan madurado y llevado a cabo con paciencia durante varios años, pero termina centrándose en el dilema moral de la aplicación justiciera de la venganza y su ejecución a sangre fría, con las implicaciones y las dudas que conlleva.

Aunque parezca redundante señalarlo, se trata de una película oriental, es decir, tiene un ritmo y un tempo narrativo diferente al que podamos estar habituados, algo que hace difícil conectar con ella desde el principio. El director se toma su tiempo para contar lo que tiene que contar, la narración transmite una falsa sensación de calma, que de forma apenas imperceptible se va volviendo cada vez más tensa. La película salta atrás y adelante en el tiempo para completar el puzzle de la historia previa de Kum-Ja y sus motivaciones. Con unas pequeñas pinceladas de humor negro y muy poca violencia implícita se completa este estudio sobre la venganza, sus consecuencias y lo agridulce que resulta conseguirla.

Había un proyecto de remake estadounidense producido y protagonizado por Charlize Theron, pero parece que está en pausa.