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Sex Mission (1984), simple pero irreverente

Sex Mission - poster

TÍTULO ORIGINAL:
Seksmisja
NACIONALIDAD:
Polonia
AÑO:
1984
DURACIÓN:
116 min.
DIRECTOR:
Juliusz Machulski
GUIÓN:
Juliusz Machulski, Jolanta Hartwig, Pavel Hajny
MÚSICA:
Henryk Kuzniak
FOTOGRAFÍA:
Jerzy Lukaszewicz
REPARTO:
Olgierd Lukaszewicz, Jerzy Stuhr, Bozena Stryjkówna, Boguslawa Pawelec, Hanna Stankówna, Beata Tyszkiewicz, Ryszarda Hanin, Barbara Ludwizanka, Miroslawa Marcheluk, Hanna Mikuc, Elzbieta Zajacówna, Dorota Stalinska, Ewa Szykulska, Janusz Michalowski, Wieslaw Michnikowski

Sinopsis

Dos sujetos se presentan voluntarios a un experimento de criogenización en el cual deberían despertar en un par de años. Por un azar del destino, se echan una siesta de más de 50 años y despiertan en un mundo dominado por mujeres, donde el hombre se ha extinguido.

Distopía feminazi

Sex Mission es una película que tiene más chicha de la que puede parecer. Tiene un comienzo relativamente serio, aunque la presentación del profesor, sus cobayas y la delirante entrevista televisiva ya nos ponen sobre aviso de que esto no va a ser precisamente un drama épico. El hecho de que el utópico futuro femenino se parezca demasiado a una fantasía onanista masculina tampoco ayuda a darle solemnidad al asunto. Aún más, hacia la mitad del metraje, la peli pasa de tener un tono cómico ligero a ser directamente una comedia surrealista y alocada, acercándose peligrosamente a la liga de esos grandes clásicos del destape español.

En principio parece que se defiende esa vieja idea de que un gobierno femenino resultaría mucho más positivo que el masculino, aunque la actitud rebelde y contestataria de los protagonistas no hace más que ridiculizar y burlarse de las reivindicaciones de las mujeres. El descubrimiento de algunos trapos sucios en el paraíso amazona no hace más que remarcar que, en el fondo, todo sigue igual.

De todas formas, realmente la película utiliza la excusa del enfrentamiento entre sexos para críticar ambos extremos, sí, pero también y sobre todo para realizar un ataque contra los totalitarismos, la represión, la manipulación de la información, las rivalidad sociales, y muchas otras cosas. Es necesario recordar que a mediados de los 80, Polonia aún vivía bajo los últimos coletazos del comunismo en la órbita de la URSS, lo que da todavía más valor al mensaje de la cinta.

Hacia el final hay un par de giros argumentales, y alguna relevación sorpresa que casi obliga a contemplar la hora y media anterior desde una nueva perspectiva hacia la hipocresía de los líderes y los mensajes con los que manipulan a sus seguidores con el único fin de seguir en el poder.

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