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Pleasantville (1998), cuando el color rompe la monotonía

Pleasantville - poster

Pleasantville, dirigida y escrita por Gary Ross (Seabiscuit, más allá de la leyenda, Los juegos del hambre, Los hombres libres de Jones), es una película que, con una premisa de comedia fantástica y nostálgica, se despliega como una profunda alegoría sobre el cambio, la represión social, el conformismo y la liberación individual. Bajo la presentación de un viaje nostálgico a la televisión de los años 50, encontramos una crítica mordaz a la uniformidad, gracias a un brillante uso de la fotografía y los efectos visuales. Está protagonizada por Tobey Maguire (La tormenta de hielo, Robo inocente, Desmontando a Harry), Reese Witherspoon (Pasión obsesiva, Al caer el sol, Urgente por accidente), Jeff Daniels (Speed: Máxima potencia, Dos días en el valle, No pierdas el juicio), Joan Allen (Amor loco, El crisol, Cara a cara) y William H. Macy (La cortina de humo, Boogie Nights, Psycho (Psicosis)).

Sinopsis de «Pleasantville»

Una fábula moderna sobre el despertar de la conciencia

Pleasantville aborda temas como el miedo al cambio, la censura, el fanatismo y la hipocresía, sin perder su tono accesible y su sentido del humor. El contraste entre los valores puritanos del pueblo de «Pleasantville» y la complejidad de la vida real se maneja con delicadeza. Los personajes, especialmente el padre George Parker y la madre Betty, experimentan una transformación conmovedora, pasando de ser arquetipos bidimensionales a seres humanos con deseos y conflictos reales. El despertar de Betty, en particular, es uno de los arcos narrativos más bellos y significativos de la película, demostrando que la liberación no es solo para los jóvenes.

A medida que David y Jennifer introducen la «modernidad» —la literatura, el arte, la música rock y, sobre todo, las emociones humanas— en este mundo monocromático, los personajes y el entorno comienzan a adquirir color. Este cambio no es un simple efecto especial; es el reflejo literal de su despertar. El rojo de una rosa, el azul de un coche o el vibrante verde del césped se convierten en símbolos de la pasión, la libertad y el autodescubrimiento.

El blanco y negro no es solo un filtro visual, sino que también representa la inocencia de una era y la rigidez de una sociedad conformista y reprimida, donde el orden se mantiene a expensas de la expresión personal. La irrupción del color simboliza la llegada de la verdad, de la complejidad humana y de la liberación. Cuando los personajes comienzan a abrazar sus deseos y sus miedos, a leer libros «difíciles» o a crear arte «abstracto», sus vidas se tiñen de color, reflejando su evolución interna.

Donde la película realmente brilla es en su dirección artística y su audaz uso del color. El proceso de transición del blanco y negro al color no es abrupto, sino un despliegue gradual y poético que refleja la evolución emocional de los personajes. Es una de esas pocas cintas que se disfruta especialmente en pantalla grande, donde se aprecia plenamente la riqueza de su paleta visual.

Trailer de «Pleasantville»

[imdb]tt0120789[/imdb]

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