Aunque coincido en lo fundamental con el colega Cobi en la crítica que ya realizó –y que podéis leer aquí-, hay cosas que no me terminaron de convencer, y que a continuación cuento…

Tras el salto… Con Spoilers.

Es cierto que hay muy buena química entre los 2 personajes principales, pero aunque yo sea un tío cachas, si me meten en chirona y se me acerca un tío más cachas que yo y más musculado que La Mula Francis, hablándome con acento alemán y diciéndome que quiere ser mi muy mejor amigo… rompo las paredes a pirolazos, pero me largo de allí cagando leches… Stallone no.

El personaje secundario que lleva Sam Neill es demasiado secundario para la importancia final que tiene. Acepta «la realidad» demasiado rápido y se deja convencer con buenas palabras y no con pruebas. Un mal hombre de ciencia. Le nombran a Hipócrates y caga patatillas.

Vinnie Jones, su paso por el fútbol inglés le dejó una cara de psicópata que ha sabido reaprovechar en el cine. Siempre en papeles de mafioso, camorrista o tío chunguero. En esta película no han querido o sabido aprovechar bien las posibilidades, y decidieron que llevara una máscara siempre que hay barullo. Podía dar mucho más de sí.

La cara final de Jim Caviezel de «ups, soy gilipollas, me habéis ganado»… es imperdonable, innecesaria y queda mal. Ni su personaje ni el guión justifican de forma alguna ese gesto retarder.

Por último, la historia se resuelve demasiado rápido y se corta de un modo muy abrupto. Sí, queda todo finalizado, y bien cerrado, pero desde que salen del barco pasan X cosas que simplemente cuentan por «cerrarlas», pero sin ganas de explayarse más.

Aún con toda esta negatividad, resulta una genial película de acción tranqui con 2 de mis héroes favoritos del cine. Están mayores, y cada año envejecen más rápido que los simples mortales, pero siguen dando caña. Por mucho años.