Sinopsis de «Open Water: Inmersión extrema»
Tres amigos viajan a Australia con la intención de grabar un vídeo buceando entre tiburones, que les sirva como audición para un concurso de actividades extremas. Pero algo sale terriblemente mal, y la grabación se convierte en un estremecedor diario de supervivencia.
Nadando vengo, por el camino no me entretengo
Open Water: Inmersión extrema es la tercera parte de una trilogía que parece algo forzada; la primera entrega de 2003 es estadounidense, la segunda, de 2006, es alemana, y esta tercera es australiana. Creo que no he visto las dos anteriores (ya me empiezan a parecer todas iguales 😀 ) pero me da la impresión de que lo único que comparten es el escenario de supervivencia en medio del mar y el que los protagonistas son imbéciles.
Para añadirle más salsa al asunto, esta entrega se presenta usando el sistema de metraje encontrado, del que no soy especialmente fan aunque, paradójicamente, en los últimos meses he comentado un par de películas rodadas en este formato que están bastante majas. Por desgracia, no es el caso. De hecho, es casi un calco plano por plano de ese cagarro que fue «El proyecto de la bruja de Blair», así que si no eres uno de esos espectadores privilegiados que considera que ésta es «una de las mejores películas de terror del mundo», mejor ni te acerques a su versión con (pocos) tiburones.
Aún mejor, la cinta no es una visualización tal cual del metraje encontrado, sino que es un montaje del mismo como parte de un documental sobre el accidente, en el que lo primero que vemos es la reacción de parientes y amigos de los protagonistas, así que ya desde el principio sabemos cómo va a terminar todo. Genial.
Aún podría rajar mucho, más y variado, como por ejemplo sobre el hecho de que es imposible que muchas de las escenas estén grabadas y además con un pulso firme y sereno (aunque se hunda en el agua de vez en cuando), pero me voy a quedar con el que sin duda es el mejor momento de la peli: el instante en el que «hay que hacer que entre en calor para evitar la hipotermia»… ¡¡Barbacoa!! (lo siento, sólo los que hayan visto la película lo entenderán completamente)