Sinopsis: Un futuro no muy lejano. Un astronauta (Sam Rockwell) vive aislado durante tres años en una excavación minera de la Luna. Cuando su contrato está a punto de expirar, descubre un terrible secreto que le concierne.
Cuando ayer escribí la noticia sobre el interés de Duncan Jones en dirigir The Wolverine, recordé que no vi su primera película (y única…), Moon, de 2009. Cuando salió, la verdad, no le presté mucho interés, porque no me la pusieron muy bien; no mis conocidos o amigos, sino que en todos lados donde veía algo sobre la película o director, la cagaban empezando con «es el hijo de David Bowie«… es decir, no es nadie, sólo un enchufado con el dinero de papá.
La verdad, no sé quién pondrá la pasta, ni me interesa, porque el tío es un fuera de serie, y con su primera película lo ha dejado bien claro.
La película empieza lenta, muy lenta… no pasa nada durante los primeros 20 minutos, y ahí empieza la trama… el diálogo interior del personaje… sus anhelos… su soledad… La verdad, no quiero decir mucho más sobre la película,
El film tiene la esencia fundamental de las novelas de Asimov o K. Dick, el deseo de todo ser de conocer su origen, su pasado y su futuro… Y en torno a esa premisa gira todo el argumento de la película.
Sam Rockwell hace un papel extraordinario, en la piel del astronauta solitario, «abandonado» en la cara oculta de la luna… que poco a poco va descubriendo una realidad sobre sí mismo que desconocía hasta entonces…
En fin, es una obra de Ciencia Ficción en estado puro, con parte de drama, mucho soliloquio y discurso, y un final previsible, pero necesario. Es una película de necesario visionado para los amantes del género; si te gustó 2001: Odisea en el espacio, te gustará Moon.
Después de ver esta película, no sé si sería el director más adecuado para dirigir The Wolverine, pero seguro que marcaría un antes y un después en las películas de superhéroes, no me cabe la menor duda.