Luis es un profesor de literatura en paro que que intenta cumplir el sueño de su hija Alicia, enferma de leucemia, de tener el vestido oficial de la serie japonesa ‘Magical Girl Yukiko’. Bárbara es una joven con desórdenes mentales, casada con un psiquiatra que no está mucho mejor. Damián es un profesor de matemáticas retirado que acaba de salir de la cárcel. Sus caminos se cruzan de forma casual y dramática.
Si tuviera que definir Magical Girl de forma breve (y mis reseñas no son especialmente largas) diría que es una mezcla entre Belle de Jour y Eyes Wide Shut, con un uso maravilloso del fuera de campo que nos recuerda al Michael Haneke más perturbador. Cine negro con un ligero trasfondo de denuncia/critica social que te engancha desde su tranquilo comienzo hasta llegar al malsano final.
La película se toma su tiempo en presentar a los personajes y sus situaciones particulares y, aún así, deja vacíos en la historia, algunos son puntos (relativamente) importantes y otros acaban revelándose como (aparentemente) intrascendentes, lo cual contribuye a aumentar el halo de misterio y confusión que envuelve toda la trama. Situaciones retorcidas y surrealistas salpicadas con momentos angustiosos que no se llegan a ver y que apenas se comentan muy por encima, demostrando magistralmente que lo peor siempre está en la imaginación de cada uno.
Una experiencia maravillosa que no será del gusto de todos los paladares.