Sinopsis de Lost River
La historia tiene lugar en el entorno surrealista de una ciudad que se desvanece. Cuando un adolescente descubre un camino secreto hacia una ciudad subacuática, su madre se ve arrastrada a un macabro submundo de fantasía.
Cobre, perversiones y una cabeza de dinosaurio
Lost River es la película con la que se estrenó el actor Ryan Gosling (Solo Dios Perdona, Drive, Los Idus de Marzo) como director y guionista. Lejos de limitarse a realizar un producto fácil y asequible, decidió ofrecer una historia tan interesante como (relativamente) incomprensible. A medio camino entre la irrealidad onírica y el drama social, asistimos a una curiosa mezcla entre un David Lynch comedido y alguna de las últimas locuras de Terry Gilliam.
En esencia, se trata de un cuento de hadas con aire de fantasía oscura. En él, una familia intenta sobrevivir y mantener su hogar en una antigua zona urbana no definida que ha sido reclamada a partes iguales por algo tan tangible como la naturaleza y por algo tan indefinido como el mal. Por encima de la historia, lo que más llama la atención es la fotografía, la iluminación y la banda sonora, que componen una ambientación oscura, tétrica y de pesadilla. Sensación por encima de narración.
El protagonismo está dividido principalmente entre cinco personajes interpretados por Christina Hendricks (Mad Men, Drive), Iain de Caestecker (Agentes de S.H.I.E.L.D., Filth, el sucio), Saoirse Ronan (Hanna, Byzantium), Matt Smith (Doctor Who, La Sombra del Norte) y Ben Mendelsohn (Animal Kingdom, Mátalos suavemente).
Es un placer comprobar que aún se hacen algunas películas que no buscan venderse contentar a todo tipo de públicos.
PD. Aquí tenéis una entrada radicalmente antagónica a esta… o no 😁