DIRECTOR | Rian Johnson |
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GUIÓN | Rian Johnson |
MÚSICA | Nathan Johnson |
FOTOGRAFÍA | Steve Yedlin |
REPARTO | Joseph Gordon-Levitt, Bruce Willis, Emily Blunt, Pierre Gagnon, Paul Dano, Piper Perabo, Jeff Daniels, Garret Dillahunt, Tracie Thoms |
Sinopsis: Como en 2072 los asesinatos están terminantemente prohibidos, las víctimas son enviadas a través de una máquina del tiempo al pasado (2042), donde los Loopers, un grupo de asesinos a sueldo, se encargan de eliminarlas y deshacerse rápidamente de sus cuerpos. El problema surge cuando Joe (Gordon-Levitt), uno de los Loopers, recibe desde el futuro un encargo muy especial: eliminarse a sí mismo (Bruce Willis).
Empecemos… la película es curiosa por lo de «asesinar a su Yo del futuro…», pasada la emoción de la sinopsis, la película cumple su cometido sin pena ni gloria, entretener durante casi 2 horas al personal. Sin embargo, le podrían haber sacado mucho más juego a la historia, lo mismo que sucedió con «In Time» (2011)… que cuando termina, sabe a poco.
Podéis continuar tras el salto…
En su momento nuestro coelga Ruife nos habló de Los Cronocrímenes, y las paradojas temporales… Aquí hay miles de paradojas, por todos lados, y resulta gracioso cómo cierran el tema en la película cuando Gordon-Levitt está hablando con Willis en la cafetería y éste le dice : «No quiero hablar de putos viajes en el tiempo, porque si nos liamos a hacerlo estaremos todo el día haciendo diagramas y te juro que es un coñazo; así que olvídalo.» Es decir… la película es así, y si no te gusta, te jodes. Un Hurra para Rian Johnson.
Superado el tema del Looper Joven vs Looper Viejo, la segunda trama de la película, la búsqueda de «El Fundador» (no confundir con el coñac ni con la raza de Star Trek), está bastante bien traída y me gusta, aunque suponga otra puñetera paradoja temporal… Y a Emily Blunt la veo bastante guay en el papel, aunque hay partes de su personaje que no termino de ver, como «ahora quédate en el granero porque no te quiero ni ver, no te conozco y me das miedo» y 10 minutos después «aprieto la rana porque quiero cimbrel» (ya lo pillaréis…).
En fin, no le reventaré a nadie la película, porque creo que merece la pena verla, aunque el final me resultara tan decepcionante como predecible. Dicho queda.