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«Las brujas de Zugarramurdi» (2013) – Alex De La Iglesia tiene un gatillazo…

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TÍTULO ORIGINAL Las brujas de Zugarramurdi
AÑO 2013
NACIONALIDAD España
DIRECTOR Álex de la Iglesia
GUIÓN Álex de la Iglesia, Jorge Guerricaechevarría
MÚSICA Joan Valent
FOTOGRAFÍA Kiko de la Rica
REPARTO Hugo Silva, Mario Casas, Jaime Ordóñez, Carmen Maura, Terele Pávez, Pepón Nieto, Secun de la Rosa, Carolina Bang, Carlos Areces, Gabriel Delgado, Macarena Gómez, Enrique Villén, María Barranco, Javier Botet, Manuel Tallafé, Santiago Segura, Alexandra Jiménez, Javier Manrique
SINOPSIS Dos parados (Mario Casas y Hugo Silva) cometen un atraco y huyen perseguidos por la policía (Pepón Nieto y Secun de la Rosa) y por la ex mujer de uno de ellos (Macarena Gómez). Así, se adentran en los bosques impenetrables de Navarra y caen en las garras de una horda de mujeres enloquecidas que se alimentan de carne humana.

Incesto subnormal entre La montaña del dios canibal, 2000 Maníacos y El día de la bestia, pero sin la gracia o encanto de ninguna de las 3.

En general una película muy ruidosa y con poca chicha. Escenas con las que te ríes un montón (pocas), en contraposición con otros pasajes exageradamente largos y tediosos.

El reparto funciona tan bien como una serie española, si es que bien es la palabra adecuada. Carmen Maura hace un papel bastante digno y es quizá lo único por lo que la película no se lleva un muy deficiente. Para otros un detalle interesante sería la participación de Carolina Bang, quien está en la película por y para lo que está, y no es por sus dotes interpretativas… Si la queréis ver en pelotas, no será aquí, podéis evitar el mal rato de ver la cinta. Esto es lo máximo que veréis, al margen de su continuo escote.

A nivel técnico, la película apesta. En el momento en el que la CGI entra en escena, se carga todo lo demás. Desde un salto a una pared hasta la Venus de Willendorf de 20 metros (gracias a Trinity por alumbrar mi ignorancia con el nombre del bichoño). Otro detalle técnico a destacar por su inoperancia, son los cables… no se ven, no, pero la física de su utilización es paupérrima… los saltos y caídas son irreal y torpemente ejecutados. Una pena.

Lo mejor? Es difícil, porque hay muy pocas cosas buenas que destacar. El humor y ridiculeces escatológicas serían lo más memorable, y esto no dice nada bueno de la película.

Lo peor? Todo lo demás. El final es absurdo y estúpido… Y con lo que me gusta a mí el cine malo, esto es infumable.

Cuando en este país dejemos de hacer películas subvencionadas por ministerios, quizá, sólo quizá, empecemos a ver cine de calidad. En otros países son las productoras y distribuidoras quienes ponen la pasta si creen que «es un producto vendible»… y los gobiernos sólo subvencionan a las pequeñas productoras de cine independiente, si es que llega a darse el caso… De cualquier forma, el sistema fuera de España funciona así: «cúrratelo!».

Aquí no… pedimos subvención, y como «somos alguien» (léase Alex DLI, o Santiago Segura, o Pedro Almodóvar), la tenemos, y además el equipo técnico no lo tenemos que comprar o alquilar, ya nos lo pone Antena 3 o Telecinco para que aparezcan también en los créditos y se lleven parte del pastel.

Al final sólo tenemos que proyectar la película en una sala, para justificar la película y la subvención. Y se acabó… he hecho una peli de mierda, me he llenado los bolsillos, y como la crítica la va a poner por los suelos: «es que estaba en mis momentos bajos…».

A tomar por culo. Y me repito: Cuando en este país dejemos de hacer películas subvencionadas por ministerios, quizá, sólo quizá, empecemos a ver cine de calidad.

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