Tercera parte que impaciente esperaban los lectores más asiduos. Hoy tenemos 3 peliculones, no solo del cine deportivo, si no de la historia del cine. Grandes, actores, grandes directores, grandes películas!
4.- Million Dollar Baby (2004)
Dirigida por Clint Eastwood (Sin perdón, Mystic River). Nominada a 7 Óscars, ganadora de 4: Mejor película, mejor director, mejor actor de reparto, mejor actriz. También ha sido nominada a 5 Globos de oro ganando 2, mejor director y mejor actriz de drama.
Después de haber entrenado y representado a los mejores púgiles, Frankie Dunn (Eastwood) regenta un gimnasio con la ayuda de Scrap (Freeman), un ex-boxeador que es además su único amigo. Frankie es un hombre solitario y adusto que se refugia desde hace años en la religión buscando una redención que no llega. Un día, entra en su gimnasio Maggie Fitzgerald (Hilary Swank), una voluntariosa chica que quiere boxear y que está dispuesta a luchar denodadamente para conseguirlo. Pero lo que más desea y necesita es que alguien crea en ella. Frankie la rechaza alegando que él no entrena chicas y que, además, es demasiado mayor. Pero Maggie no se rinde y se machaca cada día en el gimnasio, con el único apoyo de Scrap. Finalmente, convencido de la inquebrantable determinación de Maggie, Frankie decide entrenarla.
Casi perfecta, un drama puro y duro llevado con maestría como sólo sabe hacer Eastwood. La historia es genial, el tempo es perfecto, ni se te hace larga ni corta, lo actores principales son sublimes y todo lo que complementa el núcleo del film no hace más que aderezarlo magistralmente. Además gusta como se lleva la ascensión como profesional de una boxeadora y para mostrar unos combates francamente bien rodados. No hay triunfos épicos y sí mucho castigo físico y mucho melodrama y también redención, aunque no a la manera de Rocky Balboa. De nuevo, Million dollar baby es una fábula, y Eastwood no está dispuesto a que la realidad suavice su pegada emotiva, letal como un «uppercut» en la mandíbula, seca como el sabor a óxido de la sangre.
En un principio, Morgan Freeman iba a hacer el papel de Frankie Dunn, pero cuando leyó el guión, decidió interpretar al ex-boxeador tuerto Eddie «Scrap-Iron» Dupris. Hillary Swank tuvo que suspirar mucho cuando ganó el Óscar, con todo lo que tuvo que pasar con su personaje; durante el rodaje se dislocó el hombro, un año después todavía presentaba molestias, la masa muscular que ganó preparando el personaje fue de 10 kilos, en la película no existe ni un solo plano donde no sea Hillary Swank quien luche, ella protagonizó todas las secuencias prescindiendo de doble de cuerpo. Durante los 38 días de rodaje, Hillary Swank respondía a todas las instrucciones que le daba Clint Eastwood con un disciplinado ¨Sí, jefe…¨ igual que su personaje del film.
3.-Hoosiers, más que ídolos (1986)
Dirigida por David Anspaugh (Rudy, Mujeres bajo la luna) fue nominada a dos estatuíllas: mejor actor de reparto, mejor BSO.
Después de un accidentado pasado, Norman Dale es contratado para entrenar a un equipo de baloncesto. A pesar del rechazo que sufre por parte de los jugadores, de un antipático profesor y de unos vecinos que intentan echarle, Dale, que es un hombre lleno de energía y de una pasión inquebrantable por el juego, no se rinde. Pero ganarse al equipo es sólo la mitad de la batalla en un mundo en el que los equipos débiles pueden acabar jugando contra rivales de primera, pero un forastero tenaz puede levantar el orgullo de todo un condado.
Indiana es la cuna del baloncesto, allí es una religión y todo lo que tiene que ver con ese deporte es de vital importancia para sus ciudadanos. Gene Hackman está genial, pero Dennis Hopper es simplemente único, lleva el peso interpretativo del film de tal manera que a veces te olvidas de que es una película deportiva y estás deseando ver más de su personaje. Realmente no es una de mis preferidas sobre mi amado deporte y eso que en varias ocasiones se le ha llegado a considerar la mejor película deportiva de la historia, pero baloncentísticamente es un poco dura si no sabes nada de dicho deporte. Las actuaciones te ayudan a llevarla, el clima granjero del film tiene su encanto y para la época tiene escenas de partido muy fluidas aunque no espectaculares (no veremos mates ni nada parecido). La historia es simple, el concepto básico, tal vez esa sea la clave de su éxito, que como en el baloncesto, sin unos buenos fundamentos de nada te sirve saber hacer mates.
La película está basada en un hecho real sucedido en 1954, cuando el Instituto Milan, de la pequeña localidad del mismo nombre, ganó el campeonato estatal de Indiana de baloncesto. Algunos elementos de la película están muy cercanos a lo que ocurrió, como el instituto Hickory de la película, un centro muy pequeño en una población rural del interior de Indiana. Ambas escuelas tenían una plantilla de jugadores muy bajos. Ambos ganaron la final estatal por dos puntos: Hickory ganó 42-40 mientras en la vida real Milan lo hizo por 32-30. La canasta decisiva está anotada prácticamente desde el mismo punto en ambas historias, la real y la ficticia, mientras que el pabellón en el que se desarrollan los acontecimientos es en ambos casos el Hinkle Fieldhouse de Indianápolis.
La primera opción de los productores para dar vida al entrenador Dale fue Jack Nicholson, pero por motivos de agenda al final se quedó con el personaje Gene Hackman. La escena en la que el entrenador Dale habla con Jimmy mientras tira a canasta fue rodada de una vez. Maris Valainis no falló ni un tiro y luego confesó que fue porque no escuchó nada de lo que decia Gene Hackman, estaba totalmente concentrado en encestar. Antes del partido final, en la pizarra donde Norman alecciona a sus jugadores menciona los apellidos de tres jugadores del equipo rival. Estos tres apellidos son los verdaderos de algunos jugadores del equipo Hickory. El presentador que anuncia el partido de la final es Hillard Gates, el presentador real del acontecimiento de 1954 que adapta la película.
2.- Toro salvaje (1980)
Dirigida por Martin Scorsese (The Departed, El aviador) ha sido ganadora de dos Óscars: mejor actor, mejor montaje. Además fue nominada a 8 en total y ganadora de un Globo de Oro (Mejor actor de drama) .
Jake la Motta es un joven boxeador que se entrena duramente con la ayuda de su hermano y mánager Joey. Su sueño es convertirse en el campeón de los pesos medios. Pero Jake es un paranoico muy violento que descarga su agresividad tanto dentro como fuera del ring. Incluso su hermano es víctima de su enfermizo carácter. Cuando, por fin, alcanza el éxito, su vida se convierte en una pesadilla. Por un lado, su matrimonio marcha cada vez peor debido a sus contantes salidas nocturnas con otras mujeres; por otro, la mafia lo presiona para que amañe combates.
Por muy poco no está en el número uno este gran film, de hecho en muchas de las listas que he consultado aparece en dicha posición con autoridad.
Recién salido de filmar con el grupo canadiense The Band el fenomenal musical «El último vals», Martin Scorsese compone este biopic sobre la figura de Jake LaMotta, ofreciendo un agudo y áspero retrato sobre el ascenso y caída de un púgil, no sólo en el ring sino en su esfera vital, determinado por su acerba y desapacible naturaleza. La ceñuda personalidad de LaMotta está enfatizada por el desabrido trazo de una excelente fotografía en blanco y negro. Este es el tipo de películas en la cual todos sus factores resultan perfectos, el guión y el trabajo narrativo (con un perfecto sentido en la utilización del slow motion) resultan contundentes y veraces en la descripción de las situaciones y en el estudio psicológico del personaje representado. Las actuaciones son inmejorables, con un Robert De Niro realmente excepcional (probablemente junto a Taxi Driver su mejor interpretación) y el trabajo técnico y de montaje (esencial en el éxito de las inmejorables escenas de combate) es un claro ejemplo de cómo tienen que proceder los profesionales del ramo para consumar con acierto su trabajo.
Los 30 kilos que engordó de Niro para la película fueron a base de una rigurosa dieta de cerveza, pizza y pasteles. Una vez finalizado el rodaje el sobrepeso y las conductas alimenticias que había llevado le condujeron a una depresión de la que le costó mucho salir. En una escena de la película, Robert de Niro está entrenando con otro púgil en el gimnasio. De un puñetazo que le dió, le rompió un par de costillas. El grito que se aprecia del púgil en la versión original es totalmente real. Robert De Niro para conseguir la mayor credibilidad de su personaje paso dos años documentándose y fue entrenado por el propio La Motta. El director, Martin Scorsese hace un cameo, siendo la persona que en la escena final le dice a Jake La Motta que vaya al escenario.
Bueno ya solo nos queda la Nº1!! en breve podréis saber quien es la galardonada y mítica película que copa este ranking.