Me gustaría comenzar esta nueva labor de reseñista de películas diciendo que estamos ante una obra maestra del cine. Sería genial poder decirlo pero no es así. Para que lo entendáis mejor os voy a contar una anécdota.
Hace muchos años estaba un joven COSNAVA viendo uno de esos programas que hacía José Luis Garci en los que hablaba de las películas a su juicio más importantes de la historia del séptimo arte. Aunque a menudo yo no estaba demasiado de acuerdo con sus opiniones… era raro que estuviese totalmente en desacuerdo y cuando él señalaba que una película era de interés a menudo me quedaba a verla intentando más que nada descubrir que le podía parecer interesante a un director de su talla.
Me había tragado un bodrio, por suerte no muy largo, de unos 80 minutos porque era la primera vez en la historia del cine en que unos bandidos a caballo asaltaban una carreta de pasajeros, escena repetida hasta la saciedad y ya clásica en el cine y no sólo del oeste. Pero más allá de indiscutible valor de que José Luis hubiese encontrado la primera película en que había una persecución de carretas, el hecho es que la película era horrorosa y no justificaba en absoluto la pérdida de 80 minutos de mi vida en ella por mucho que el director hubiese tenido la genial ocurrencia de que unos tipos embozados a caballo le robasen el dinero a un banquero y su señora luego de hacerlos descender del pescante de un carromato antiguo.
Con La Noche De Los Muertos Vivientes sucede algo similar. Desde luego, no nos encontramos ante una película mala, malísima, pero ni siquiera estamos ante una película buena, como mucho podríamos hablar de una película regular que en ningún caso se puede puntuar más allá del cinco o cinco y medio. Revisando para hacer esta crítica mi puntuación en el Filmaffinity he visto que en su día le di un seis. Sin duda, aunque no soy tan necio como el pobre José Luis y su elevación a obra maestra del cine de una persecución de carromatos, el hecho es que le di un poquito más de la puntuación que se merecía a causa de ser la obra que marcó un antes y un después en la historia del género del terror y no sólo de los zombies.
Os diré más: si un día yo tuviese un programa de televisión en el que hablase de películas clásicas de género zombi, tal vez ni siquiera podría esta. No es una película destacable. Y si lo hiciera no cometería el error de José Luis Garci y justo antes de emitirla le explicaría el espectador que es una película decisiva para comprender el fenómeno de los muertos vivientes, que marcó un antes y un después tanto en el cine como en la literatura, que es una película de culto y que muchos la apreciamos de forma especial por lo que nos hizo sentir y descubrir siendo niños.
Pero también le remarcaría una cosa: no es una buena película.
Javier Cosnava, escritor de 1936Z. La Guerra Civil zombi, entre otras muchas obras, y estimado colaborador de Zinemaníacos.
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