Ópera prima de Brett Simon, que resulta una completa pérdida de tiempo y 91 minutos muy muy muy mal llevados. No es posible que una película de «duración normal» se pueda hacer tan cansina, y que a los 15 minutos estés deseando que termine de una vez. No hay nada bueno, ni destacable -positivamente-. Lo único que se puede mencionar es lo lenta, cansina y hasta predecible que puede ser en algún momento.

Continúo -poco- tras el salto, con spoilers.

La mera idea de hacer una película de cine negro para y con adolescentes es estúpida de por sí. Ni el ambiente es el ideal, ni el reparto, ni la historia ni nada, de ahí que nada funcione como debiera. Una trama estúpida y absurda de robo de exámenes y venta de drogas, todo malmezclado con malotes y malotas más calientes que el pico de una plancha. Y por en medio, Bruce Willis dando pena, con un personaje que pretende quedar de duro/gracioso mentando a la mínima sus anécdotas de la guerra… penoso.

No puedo recomendar a nadie esta película, es una puta mierda.