Increíble pero falso, o The invention of lying en versión original, es una película de Ricky Gervais (protagonizada, escrita y dirigida) que ha cumplido la decena, y siendo suya, siempre es un buen momento para verla otra vez o para descubrirla, como fue mi caso.
En un universo alternativo no existe la mentira y todos dicen siempre la verdad, por muy dolorosa o inoportuna que ésta sea, hasta que el personaje interpretado por Ricky Gervais, casi por accidente -y rabia- la descubre, y con ella, un universo de posibilidades.
Y casi durante 90 minutos tenemos todo lo que casi cualquiera haría con ese poder. Dinero, sexo, favores de todo tipo… Puedes conseguir TODO, porque como la mentira no existe, los demás creerán saber que les dices la verdad.
+ Me debes 100 pavos.
– Perdona, debí olvidarlo, aquí los tienes.
Como toda película de Ricky, hay dilemas morales que suelen resolverse con la humanidad que todos esperamos, como la creación accidental de Dios (el hombre del cielo), la religión y los 10 mandamientos (escritos en cajas de pizza). Todo tiene una segunda lectura muy coñera, si tenemos en cuenta el ateísmo del actor.
En fin, Increíble pero falso es una película entretenida, con partes muy divertidas y que, no siendo una maravilla imprescindible, nos dejará un buen sabor de boca que tardará en esfumarse.