Sinopsis: Un convicto de la prisión de Alcatraz, es confinado a una celda de aislamiento por haber protagonizado un intento de fuga. El lapso máximo para estar en una celda de aislamiento son 19 días, este convicto se pasará varios años donde su único contacto con la realidad será el sádico alcaide adjunto de Alcatraz y sus palizas. Al salir de la celda de aislamiento, este convicto en un ataque de locura matará a otro preso. Debido a ello será condenado a muerte y su caso será llevado por un joven abogado…..
Basada en hechos reales, esta cinta nos relata la verdadera historia de Henri Young y el caso que cerró definitivamente como institución penitenciaria -que no turística- la famosa prisión de Alcatraz.
Dirigida por Marc Rocco, director que no se prodiga demasiado pues en 23 años sólo ha rodado cuatro títulos, siendo éste sin duda el mejor de los cuatro y que además también produciría.
Para dar vida al hombre que sufriría este aislamiento el encargado de representarlo fue el actor Kevin Bacon -J.F.K. (1991), Algunos hombres buenos (1992), Apolo 13 (1995), Sleepers (1996), o El último escalón (1999)-
Acompañando a Kevin Bacon e interpretando al abogado encargado del caso tenemos a Christian Slater -El nombre de la rosa (1986), Very bad things (1998) o Cazadores de mentes (2004)-.
Mientras que el encargado de dar vida al sádico alcaide adjunto de la cárcel es Gary Oldman -Drácula (1992), León el profesional (1994), o El quinto elemento (1997)-.
La película nos lleva de la mano al género de drama carcelario donde vemos el proceso de destrucción tanto física como psíquicamente hablando de un ser humano debido a la soledad y los malos tratos que soporta. Seremos testigos del largo proceso que cerró Alcatraz y como un sistema carcelario que se supone que intenta la reinserción del individuo puede provocar no solo la no reinserción sino acabar con una persona a cualquier nivel imaginable.
Lo mejor de la película para mi es la interpretación de los actores. Gary Oldman está en su salsa; su papel me recordó bastante al desquiciado y psicótico personaje que interpretaba en la película León, el profesional (1994), siendo sin duda todo un especialista en este tipo de personajes, como bien demuestra a lo largo de la cinta.
Christian Slater tiene una actuáción más comedida debido a que su personaje nos sirve de guía a lo largo del recorrido de la historia y su posterior desenlace.
Pero sobre todo tengo que destacar a Kevin Bacon cuya interpretación es sencillamente magnífica. Gracias a él nos encontraremos a un ser totalmente desquiciado y atormentado. Tal es el grado de fragilidad mental de este convicto que el hecho de entrar en contacto externo -más allá de su celda de aislamiento- será uno de los detonantes del asesinato.
Tras el asesinato nos encontraremos con el posterior juicio que veremos desde dos puntos de vista y objetivos primordiales:
Por un lado desde la perspectiva del joven abogado cuyo único fin es salvar al recluso de la pena capitar y de paso denunciar la validez y efectividad de un sistema penitenciario global cuyas lagunas son cada vez más obvias.
Por otro lado tenemos el objetivo del recluso, un objetivo mucho más inquietante, revelador, personal y conmovedor del que nos podamos imaginar, pero a la vez menos tangible, siendo su posterior logro un grito de desahogo ante su situación y la catarsis que experimentará este fragmentado ser.