Hogar (2020) – Javier el parásito

Cartel de la película Hogar, de 2020

Hogar es una propuesta, que lejos de ser original, es interesante por el suceder de los acontecimientos. Merece la pena por ver a Javier Gutiérrez en un papel que dista bastante de a lo que nos tiene acostumbrados.

Fotograma de la película Hogar, de 2020

Javier Muñoz era un ejecutivo publicitario de éxito pero, tras un año en el paro, él y su familia se ven obligados a dejar el piso que ya no se pueden permitir. Un día, Javier descubre que aún conserva un juego de llaves de su antigua casa, y empieza a espiar a la joven pareja que ahora vive allí. Poco a poco, Javier empezará a infiltrarse en la vida de los nuevos propietarios, decidido a intentar recuperar la vida que ha perdido… a costa de quien sea.

El personaje principal al principio da un poco de pena (poca, porque lleva un nivel de vida muy muy alto, y no es fácil sintonizar con él) por llevar 1 año en paro y ser demasiado mayor o «estar demasiado preparado» para un puesto de mierda (aquí sí es más fácil empatizar con él).

Hogar es un thriller muy bien montado, que te puede gustar más o menos, pero te va a mantener clavado a la silla los 103 minutos que dura.

Os dejo el tráielr y mi recomendación para verla.

Continúo con spoilers.

Spoiler

Esta simpatía que genera Javier se va diluyendo poco a poco a medida que avanza la cinta, hasta convertirse en un HDP que por un lado deseas que pillen, y por otro deseas que se salga con la suya.

En mi caso, no termino de entender muy bien de dónde le viene la psicosis al personaje. Sí entiendo que le ha ido mal, y que quiera recuperar lo que ha perdido, pero me parece una degradación mental demasiado acelerada como para que sea lo suficientemente convincente.

A ver, el otro es Mario Casas, que cada vez que habla parece que tiene un pijo de la calle Serrano metido en la boca, pero no me cae mal del todo. Si fuera Peris-Mencheta, sí, a dolor con él… soplete al ojete.

Otra cosa que no me convence es la siguiente. A ver yo soy una persona de clase obrera, y siempre que voy a vivir a un piso nuevo, lo primerito que hago es cambiar la cerradura. ¿Es cosa pijos no hacerlo? Y si en algún momento encuentro una copia de las llaves de un piso anterior, lo que hago es tirarlas.

En fin, a mí Hogar no me gustó demasiado, pero por el detalle principal que mencioné de la rápida degradación del personaje. Eso sí, una cosa me llevo con un gustazo enorme: el jardinero en llamas… amor hecho cine. Me esperaba una revancha posterior, pero no llegó nunca.

Los paralelismos con Parasitos son más que evidentes, pero la gracia para contarlo todo no es la misma, ni se parece.

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