Podría decirse que «Héroes» (2006-2010) fue una serie adelantada a su tiempo y ha regresado en un momento en el que su planteamiento ha quedado un poco obsoleto. En 2006 las series con protagonistas superpoderosos se contaban con los dedos de una mano, y hoy hay una relativa saturación que hace difícil que una más pueda ofrecer algo diferente y novedoso y hacerse un sitio.
Repetimos esquema argumental, con diversos relatos individuales que se entrelazan hacia una trama mayor, conspiraciones, misterios y preguntas que son respondidas a cuentagotas. La gran pega es que la serie carece de un antagonista interesante. Eso sí, la elección del protagonista es sobresaliente; desde su primera aparición, queda bastante claro que tiene con quién tiene que estar emparentado (al final, la relación familiar no es directa, pero los genes lloricas del tío-abuelo son poderosos XD )
Los nuevos personajes generan poca empatía y, aunque han preferido apostar por las nuevas caras, la promoción de la serie, tanto previa al estreno como durante los primeros episodios es bastante tramposa al anunciar el regreso de alguno de los clásicos, un regreso que no se produce hasta (creo recordar) el episodio 5. Y, la verdad, visto lo que hacen con alguno de esos personajes, casi mejor haberlos dejado en el retiro. La trama de extinción global merecía, como mínimo, algún comentario sobre qué ha pasado con los más poderosos de la anterior serie, como Peter Petrelli o Sylar; al menos, una justificación chapucera de su ausencia.
Hay dos partes bastante claras en «Heroes Reborn». Los primeros 6 episodios (y «Dark Matters», una webserie precuela de unos 40 minutos repartidos en 6 entregas) son bastante interesantes y entretenidos: introducción de personajes, presentación de situaciones, investigación, guiños al pasado y anticipos de lo que está por venir.
Los episodios 7 y 8 marcan un claro punto de inflexión. Se revelan parte de las claves del argumento central y se situa a los personajes de cara a la recta final, y a partir de aquí solo se transmite desgana y tedio en lo que se está contando: incoherencias, situaciones anticlimáticas (como el asedio a la clínica en el capítulo 11), falta de explicaciones, situaciones absurdas (la falta de seguridad en las super instalaciones del mal y la existencia de sitios donde ocultarse prácticamente a la vista y cerca de conversaciones trascendentales), muertes gratuitas, personajes que van y vienen sin sentido (la resolución de la subtrama de Hero Truther, uno de los personajes clásicos, es una vergüenza) y ganas de llenar minutos de metraje como sea para llegar al final.
Por último, un cliffhanger bastante estúpido sobre «el padre de los gemelos, que vuelve para buscarlos y nadie va a poder detenerlo»…
En definitiva, apenas satisface a los antiguos seguidores de «Heroes» y no sirve para atraer a nuevos potenciales fans, que se perderán con todas las referencias no explicadas.