El cineasta japonés de animación Hayao Miyazaki aseguró que, por primera vez en su vida, se echó a llorar al darse cuenta de que había logrado culminar su nuevo filme “gracias a la amistad y al esfuerzo realizado durante mucho tiempo”, detalló en declaraciones para la agencia Kyodo.
El nuevo largometraje de la productora de animación Ghibli, Kaze tachinu (El viento se alza) a estrenarse este 20 de julio en Japón, lleva el título de una novela del escritor Tatsuo Hori, y narra las aventuras del joven ingeniero aeronáutico Jiro Horikoshi, diseñador del modelo de avión Zero utilizado en la II Guerra Mundial.
“Vivimos en una era que no es fácil para crear fantasías”, dijo Miyazaki, que aseguró que realizar su nueva cinta ha sido “una lucha”, sobre todo porque desde el principio tomó la decisión de “zambullirse” en la historia para poder materializarla en una película.
Al margen de las novedades del Studio Ghibli, este verano Isao Takahata, también fundador del estudio, estrenará en los cines nipones Kaguyahime no monogatari (La historia de la princesa Kaguya), la primera de Takahata en catorce años, que narra la historia de una princesa descubierta por un anciano en el interior de un bambú.
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