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Greta, Haus ohne Männer (1977), Ilsa sola sin hombres

Greta, Haus ohne Männer - poster

TÍTULO ORIGINAL:
Greta, Haus ohne Männer
NACIONALIDAD:
Suiza
AÑO:
1977
DURACIÓN:
90 min.
DIRECTOR:
Jess Franco
GUIÓN:
Jesús Franco, Erwin C. Dietrich
MÚSICA:
Walter Baumgartner
FOTOGRAFÍA:
Ruedi Küttel
REPARTO:
Dyanne Thorne, Tania Busselier, Eric Falk, Lina Romay, Esther Studer, Esther Moser, Peggy Markoff, Sandra L. Brennan, Alex Exler, Jesús Franco

Sinopsis

Greta es la sádica directora de un clínica, situada en plena selva sudamericana, dedicada a curar a diversas chicas de sus desviaciones sexuales, aprovechando de paso para apartar de la circulación a colaboradoras activistas contra el régimen republicano bananero de turno. Una joven consigue entrar para averiguar qué es lo que ha pasado con su hermana, la cual estuvo interna.

Ilsa extraoficial

Greta, Haus ohne Männer, que también se conoce, entre otros títulos, como Greta the Torturer, Greta, the Mad Butcher, Greta, the Sadist o Wanda, the Wicked Warden es una producción oportunista dirigida por el prolífico Jess Franco que, aprovechando el tirón de la saga de Ilsa y los puntos en común con sus parafilias sobre mujeres en prisión, fichó a la pechugona Dyanne Thorne, la tiñó de pelirrojo y la puso a dirigir con mano férrea una clínica psiquiátrica de mujeres. Algún avispado productor/distribuidor aprovechó que en ningún momento se menciona el nombre de la protagonista para renombrar la cinta como Ilsa simplemente o con alguno de los apelativos ya señalados.

Mencionar que la película está rodada en inglés, pero en los diálogos aparecen de forma aleatoria palabras sueltas en español, supongo que para remarcar el hecho de que está ambientada en algún rincón de sudamérica.

Así pues, tenemos una peli con profusión de desnudos (el uniforme de las pacientes es una breve camisa sin ropa interior), escenas de erotismo puramente misogino, violaciones grupales como terapia, alguna perversión sadomasoquista (sobre todo esa especial sesión de acupuntura), escenas de ducha (y jabones), momentos particularmente escatológicos, una red de tráfico de grabaciones amateur realizadas sin la aprobación ni el conocimiento de las pacientes y una breve subtrama de rebeldes alzados contra la opresión dictatorial.

A destacar esa espectacular orgía canibal final con escenas intercaladas de un documental de Félix Rodríguez de la Fuente.

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