Sinopsis: Un hombre que ha sido anteriormente acusado de asesinato, se graba continuamente durante años guardando las cintas de las grabaciones en su casa para evitar volver a ser acusado nuevamente. Pero al aparecer en la localidad donde habita un nuevo crimen, vuelve a ser sospechoso y cuando va a echar mano de la cinta en cuestión, esta no está…..

En contra de mis principios tengo que admitir algo; de vez en cuando -sólo de vez en cuando- las sesiones de cine con Jal-9000 y Odium -dos de mis grandes amigos y autores también de este blog- me dejan alguna sorpresa agradable…… Pues bien, este es uno de esos casos «rara avis» que se dan en casa de Jal-9000.

 

Tengo que decir antes que nada que un servidor que es bastante cinéfilo y «suele» estar atento a las películas que le pueden ser interesantes, no conocía esta cinta cuando en una «men´s night» -como nosotros la denominamos- Jal-9000 nos  sorprendió a Odium y a mí  con esta película.

La cinta está protagonizada por Lee Evans,  un actor cuyos registros normalmente se han desarrollado en la comedia -además de cómico este hombre también es músico- dotado de un físico ideal para ese género pues transmite una personalidad noble, bonachona e ingenua.

Este actor lo había visto anteriormente en varios papeles pero el más llamativo fue en la película Un ratoncito duro de roer donde le acompañaba el también actor cómico Nathan Lane.   

Como he dicho antes, la película me sorprendió gratamente. La actuación de este actor es muy creíble en el papel de un hombre trastornado -no se puede definir de otra forma a alguien que se graba a sí mismo a todas horas del día y la noche durante años-.

 

Los movimientos de cámara, la iluminación de la cinta y por supuesto la interpretación del protagonista nos  ayuda claramente a adentrarnos en un mundo -el del protagonista- de atmósfera inquieta y desesperante.

 

El trabajo cinematográfico consigue trasladarnos la  sensación incómoda y perturbadora de alguien que aunque ha sido acusado injustamente, sigue siendo estigmatizado por la comunidad en la que vive y no cree en su inocencia. Esto se refuerza al mostrarnos una persona con la que cualquiera se podría identificar, al ser este hombre de clase media y de físico tan corriente que nos producirá una empatía con el personaje y su situación  -ya que cualquiera podría ser acusado injustamente de cualquier delito-.

 

El director en su debut cinematográfico ha cumplido muy bien su cometido ofreciéndonos una película intensa , claustrofóbica, y desesperante pero al mismo tiempo haciendo reflexionar al espectador sobre la validez del dicho «calumnia, que algo queda».

Sinceramente, merece la pena pasar una tarde viendo esta cinta -no apta para niños- y por supuesto tener el día  para su visionado ya que si te coge en una jornada de depresión igual te tiras de un puente.

 

Os dejo con el trailer de la película -ojo, algunas imágenes os aparecerán a cuadros no es fallo de la película, lo han hecho así a propósito-, y como siempre disfrutad!!!!