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Ferdinand (2017), pelea y muere, o ríndete y muere…

Ferdinand - poster

TÍTULO ORIGINAL:
Ferdinand
NACIONALIDAD:
Estados Unidos
AÑO:
2017
DURACIÓN:
106 min.
DIRECTOR:
Carlos Saldanha
GUIÓN:
Robert L. Baird, Tim Federle, Brad Copeland (Historia: Ron Burch, David Kidd, Don Rhymer. Cuento: Munro Leaf)
MÚSICA:
John Powell
FOTOGRAFÍA:
Renato Falcão
REPARTO:
Animación

Sinopsis

Ferdinand es un novillo muy tranquilo que prefiere sentarse bajo un árbol a oler las flores que saltar, resoplar y embestirse con otros toros. A medida que va creciendo y haciéndose fuerte, su temperamento no cambia y sigue siendo un toro manso. Un día, unos hombres vienen buscando al toro más grande, rápido y bravo…

Este fin de semana ha tocado sesión infantil en el mega-chupi Cine-teatro Salesianos de Vigo, el mejor y más económico que tenemos en la ciudad, con el último estreno de Blue Sky Studios. Además, en sesión de noche tenemos El Gran Showman, con Hugh Jackman orientando su carrera hacia el musical que, aunque muchos no quieran creérselo, es lo suyo. Pero, en esta ocasión tocaba darles gusto a los peques de la casa.

Para los niños y punto

Ferdinand está basada en el libro infantil «The Story of Ferdinand» (1936) del escritor Munro Leaf, que ya fue adaptado en forma de corto por Walt Disney en 1938. Cualquiera de las dos opciones está muy por encima de esta edulcorada actualización sin alma ni contenido.

Ferdinand es otra típica película de Blue Sky Studios, que apenas hace algo decente desde Ice Age (2002) o Robots (2005), limitándose a clonar argumentos y llenarlos de colorido, chistes tontorrones y personajes (generalmente animales) irritantes con el mismo esquema de personalidades. Tienen el suficiente éxito como cintas destinadas al público infantil para que puedan seguir manteniendo el negocio y me parece correcto. No voy a ir corriendo a ver su siguiente estreno, pero me parece estupendo que haya productos para todos los gustos.

Se supone que la película contiene en algún lado una crítica contra el mundillo del toreo, pero se esfuerza tanto por ser políticamente correcta y complaciente con todas las partes, que acaba quedando todo muy diluido. En cambio, lo que sí queda claro es que es lícito no ofrecer ayuda a aquellos que son extranjeros y/o de una orientación sexual diferente.

Por otro lado, es demasiado larga para la poca chicha que tiene, estirándose demasiado en su segmento intermedio.

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