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«El almuerzo desnudo» (1991) – una ronda de LSD para desayunar, por favor!

El_Almuerzo_Desnudo

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TÍTULO ORIGINAL The naked lunch
AÑO 1991
NACIONALIDAD Canadá / Reino Unido
DIRECTOR David Cronenberg
GUIÓN David Cronenberg (Novela: William Burroughs)
MÚSICA Howard Shore
FOTOGRAFÍA Peter Suschitzky
REPARTO Peter Weller, Judy Davis, Ian Holm, Julian Sands, Roy Scheider, Nicholas Campbell, Monique Mercure, Michael Zelniker, Joseph Scorsiani, Robert A. Silverman, Mathilda May
SINOPSIS Después del trágico accidente sufrido por su mujer, un escritor que cae en la adicción a ciertas drogas, empieza a sufrir horribles alucinaciones que lo transportan a un mundo de pesadilla absolutamente kafkiano (“Interzone”).

La película no está basada completamente en la novela de William Burroughs, sino en cómo se gestó esa novela en la vida del propio William Burroughs, mezclado con partes de la novela… un híbrido imposible hecho posible.

Como podéis ver por el tráiler, esta película es un fumadón incesante, una locura de imágenes y situaciones con personajes de lo más variopinto, y de trasfondo (pero bien presente), las penurias del personaje principal.

Leyendo la biografía de Burroughs, encontramos pasajes MUY oscuros y jodidos, realmente, como la muerte de su mujer, a la que mató «jugando a Guillermo Tell en México DF»… y su posterior huída de los EEUU para evitar la prisión… En fin, un cielito de hombre.

No obstante, su arte, por definirlo de alguna manera, está patente, y Cronenberg ha sabido reflejarlo en pantalla, y por encima de ello, ha dejado su firma en cada toma.

Según dice la Wikipedia, el experto en la literatura de Burroughs Timothy S. Murphy opina que la película es una adaptación liosa que refleja la personalidad de Cronenberg por encima de Burroughs… Y digo yo: Y? Cuál es el puñetero problema?

Como prota de la película tenemos a Peter Weller, un año después de rodar Robocop 2 (peliculón… a partir de la 3 se les empezó a ir de las manos…), en un mundo extraño, rodeado de seres extraños, y en situaciones más extrañas todavía…

En fin, no desvelaré nada, porque es una película para ver, rallarse y volver a ver, y después de unos cuantos visionados, disfrutar.

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