Curados de espantos es una disparatada comedia ligera, con situaciones semieróticas y mucho humor verbal jugando con dobles sentidos. Podría ser una película española o italiana de entre finales de los 70 y mediados de los 80, pero es mexicana de principios de los 90 😀
Un terror de comedia
Un anciano intenta abusar de una joven pero acaba cayendo desde una gran altura. Al ser atendido en un hospital, ataca a una de las enfermeras y se transforma en el vampiro Vladimir, quien después de alimentarse con la sangre de la chica regresa a la casona donde lo espera su igualado sirviente Igor.
Tenemos dos historias paralelas que confluyen hacia el final. Por un lado, la exuberante arqueóloga Magdalena Santos que, junto a un grupo de investigadores, despertó accidentalmente a un vampiro enterrado debajo de una pirámide maya (sigh) y es internada en un manicomio cuando decide advertir a las autoridades de lo sucedido. Por otro lado, están Hipócrates, brujo exorcista titulado, y Jacinto el Grande, su sidekick, dos vividores, que buscan dinero fácil y acostarse con toda mujer que se les ponga a tiro.
Magdalena, al contrario que otros personajes declarados mentalmente inestables en diversas obras de ficción, en vez de defender vivazmente su cordura, se hace la loca para, a continuación, poder hacerse la cuerda y quedar libre de la institución en la que estaba recluida. A continuación se pone en contacto con el dinámico dúo de curanderos para juntos intentar detener al milenario chupasangre.
Una comedia muy tranqui para pasar un día de lluvia sin muchas pretensiones.