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Cuentos de Terramar (2006), fallida pero no tanto

Cuentos de Terramar - poster
TÍTULO ORIGINAL:
Gedo Senki
NACIONALIDAD:
Japón
AÑO:
2006
DURACIÓN:
115 min.
DIRECTOR:
Goro Miyazaki
GUIÓN:
Goro Miyazaki y Keiko Niwa (Novela: Ursula K. Le Guin)
MÚSICA:
Tamiya Terashima, Carlos Núñez
FOTOGRAFÍA:
Hidenori Shibahara, Atsushi Tamura y Junji Yabuta
REPARTO:
Animación

Sinopsis de «Cuentos de Terramar»

Gavilán, uno de los archimagos más poderosos de Terramar, investiga extraños sucesos en el reino. En su viaje conoce a Arren, príncipe de Enlad atormentado por fantasmas de su pasado y que se ve involucrado en una conspiración que pretende romper el Equilibrio en el mundo.

Un debut irregular

Cuentos de Terramar es la película número 15 del Studio Ghibli, y el debut en la dirección de Goro Miyazaki, hijo de Hayao Miyazaki. Está libremente basada en «La costa más lejana», tercer libro de la serie «Terramar», escrita por Ursula K. Le Guin.

Como pasa con la mayor parte de adaptaciones de obras ajenas realizadas por Ghibli, el responsable se limita a coger los elementos que más le interesan del material original para contar la historia que quiere, dándole mayor o menor énfasis a unas partes u otras de la trama según convenga. En su día, a la película le cayeron muchos palos por no ser una buena adaptación, lo cual es algo bastante injusto porque no se usa el mismo criterio con las producciones de Miyazaki o de Takahata. Tampoco se tiene en cuenta la otra inspiración de la obra: el manga «El viaje de Shuna» (1983) de Hayao Miyazaki que, entre otras cosas, tiene la característica de ser una de las pocas novelas gráficas dignas de ese nombre 😋

La peli en sí, al margen del argumento del libro del que se supone que parte, es una historia de corte medieval fantástico que realiza una reflexión sobre la vida y la muerte y como se complementan, y también sobre la dualidad del bien y el mal en la naturaleza humana.

La calidad técnica, por otro lado, es incuestionable. Con una animación extraordinaria y un exquisito diseño de paisajes lleno de detalles. La banda sonora, compuesta por Tamiya Terashima con la participación de Carlos Núñez, complementa perfectamente la acción.

El final es quizás lo más flojo y tiene un par de detalles que requerirían una explicación un poco más elaborada.

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