Secuela directa de Casino Royale (2006), Tras el exitoso estreno de Casino Royale, aclamada tanto por el público como por la crítica, las dudas sobre un Bond rubio quedaron disipadas y Daniel Craig se puso al nivel de Sean Connery para muchos fans de la serie. Casino Royale había dejado el listón muy alto.
Quantum of Solace no empezó con muy buen pie, ya que su carta de presentación inicial era un título de interpretación complicada. A esto se le sumó una inoportuna lista de guionistas de Hollywoodienses, que dejarían el guión definitivo sin pulir y con líneas argumentales traidas de sabe dios y olvidadas en vayase usted a saber…
Un contraste demasiado fuerte con su predecesora cuyo guión estaba basado en la novela y principalmente en material del propio Ian Fleming. Además, por si ello fuese poco, los productores apostaron por Marc Forster, un director galardonado pero no especializado en películas de acción para dirigir la nueva entrega de 007, El resultado fue una película de James Bond distinta, calificada por la mayoría como apresurada y que funciona mejor como lo que es, una continuación directa de Casino Royale, más que como película independiente de James Bond.
El guión de nuevo es una nueva lucha del agente 007 contra un malvado enemigo (gran Mathieu Amalric) que dirige una peligrosa organización secreta.Los personajes siguen siendo más complejos que en ocasiones anteriores. No obstante, la dirección de Marc Forster parece enfocada a deleitar al espectador que sólo busca acción, las situaciones son algo inverosímiles en pro del espectáculo, puesto que la película parece empeñada en ser una continua persecución y a veces da la sensación de estar viendo la saga Bourne que la de 007.
La gran mayoría de la película es con cámara al hombro dando tumbos intentando darle un increíble realismo, espectaculares planos subjetivos… Vamos , que parece que cuando empujan al protagonista cargan también contra el pobre operador de cámara. Es un poco mareante, no hay escenas míticas, ni frases con sarcasmo, sólo acción , mucha acción, pero rodada sin vocación de permanecer en las retinas. Ni rastro del Bond de Casino Royale, sólo queda su rostro magullado.
Bond sigue siendo humano, sigue primando su constitución física antes que artilugios que trabajan por sí solos y de nuevo se aprovecha para volver a sexualizar su imagen de manera escandalosa. Se convierte en una verdadera máquina de matar, su frustación por la muerte del personaje Vesper Lynd parece centrarle únicamente en resolver la venganza.
Es por todo ello que la actuación de Daniel Craig es un poco más plana que en Casino Royale, donde se veía claramente una evolución dentro de la misma película, pero realmente pienso que deberíamos ver esta película como una segunda parte de Casino Royale y no como una película independiente. Craig crea una máquina de matar sin compasión alguna, y eso es lo que transmite al espectador cuando fija los ojos en la pantalla.
A veces da la sensación de que esta película representará una especie de transición debido a que el final da la esperanza de una nueva evolución de Bond para la siguiente entrega y así regrese ese glamour que ha tenido clásicamente. Pero de nuevo, insisto, considero esta película una continuación de Casino royale, por lo que aquí Bond todavía es tosco, rudo y podemos decir que está aprendiendo a ser 007.
David Arnold, compuso la música para otras cuatro películas anteriores de Bond regresó para Quantum of Solace. Arnold compuso la música basada en las impresiones que obtuvo al leer el guión,y pensando en un dueto desde el principio.
El dueto inicialmente fué pensado para Mark Ronson y Amy Winehouse que habían grabado una pista de demostración para la película que había cuajado pero que muy bien, pero Ronson rechazó trabajar con Winehouse en las semanas anteriores a la grabación alegando ella que no estaba preparada para grabar ningún tipo de música en ese momento. De ese modo Arnold depositó su confianza en Jack White de The White Stripes y Alicia Keys los cuales colaboraron en «Another Way to Die», el primer dueto de la música Bondiana, mezclando talentos y voces con un gran éxito.
Fuentes: Archivo 007, Wikipedia, Filmaffinity y SensaCine