El mañana nunca muere es superior a GoldenEye en muchos aspectos. Sigue con el acercamiento que tubo tanto éxito en películas anteriores: un look moderno con alta tecnología de los años 90 combinado con elementos tradicionales de los primeros clásicos incluyendo increibles chicas, enemigos y gadgets. La película parece cara y desde luego lo es, excedía los 100 millones de dólares, un récord para una película Bond pero un indicativo de la confianza del estudio en la franquicia y en Brosnan.
Hay algunos elementos memorables en El mañana nunca muere, entre ellos un reparto impresionante. Incluso los personajes secundarios son interpretados nuevamente por un grupo de actores con mucho talento. Pierce Brosnan está mucho más impresionante esta vez y parece más confortable en el papel de 007. Incluso tiene mejor aspecto gracias a haber ganado un poco de peso y estar bajo un régimen de ejercicio lo que le da un aspecto físicamente más fibroso sin caer en la vulgaridad de sobremusculado.
La película está magníficamente fotografiada, con una escena que destaca particularmente para todos los fans: Bond sentado en la sombra de su habitación de hotel esperando a su asesino desconocido. La imagende Brosnan, vestido con camisa blanca, pajarita desatada y llevando la funda para la pistola.. , parece evocar intencionadamente la secuencia de Agente 007 contra el Dr. No en la que espera al Profesor Dent. … Son pequeños toques como éste los que hacen las delicias de los aficionados y lo que nos acerca a la saga.
Aunque El mañana nunca muere es realmente un espectáculo, algo de lo que carecían las últimas películas Bond, no está exenta de errores. Eso se debe, quizas al cúmulo de despropósitos que les fueron sucediendo conforme se iba grabando la película.
Para empezar cuando el director y otros miembros del rodaje estaban literalmente a punto de subirse al avión hacia Vietnam recibieron la noticia en el último minuto del gobierno de Vietnam que les rescindió el permiso para rodar extensas secuencias dentro del país. Afortunadamente, casi de forma instantánea encontraron las localizaciones en Tailandia que podían hacerse pasar por Vietnam.
Además, los cambios constantes en el guión por parte del guionista exigieron que acabara desplazándose hasta allí, donde se encontró en la nada envidiable situación de reescribir rápidamente secuencias clave, con sólo unas cuantas horas de antelación a la producción eso consigue que la parte de la película correspondiente pierda considerablemente calidad.
Por ejemplo, la atención y cuidado dedicado al personaje a la conversación y al detalle de lo que les rodea durante la primera parte de la película es magnífico, cosa que se pierde a partir de la llegada de Bond al Vietnam en la que se pasa a centrar en acción, escenas poco creibles, incluso para una película Bondiana.
No vamos a decir una cosa por otra, la persecución en motocicleta es espectacular, pero un poco larga a mi parecer, al igual que el clímax final un poco extraño, en el que Bond dispara con ametralladora al estilo Terminator. Realmente nunca hubiese pensado en Bond así, en cualquier caso, El mañana nunca muere es exótico y con clase y puede tener el orgullo de considerarse como una de las mejores películas Bond de los últimos años superando con mucho el ciclo de Moore.
El tema principal «Tomorrow Never Dies» es interpretado por Sheryl Crow y escrito por «Bernie Taupin» y «Elton John».
Fuentes: Archivo 007, Wikipedia, Filmaffinity y SensaCine