Ciclo 007 – Diamantes para la eternidad (1971) Sean Connery

Debido al noble, pero desastroso experimento de hacer un Bond más humano en «007: Al Servicio Secreto de Su Majestad», donde la productora  había logrado unos beneficios en taquilla más que decepcionantes, hubo una preocupación real ante la posibilidad de que Bond estuviera desfasado o, mucho peor, se convirtiera en una parodia de sí mismo. Era necesario cargar la pistola con todo lo que había a mano…

Alguien está acaparando enormes cantidades de diamantes del mercado negro internacional. James Bond es asignado para encontrar quienes son los ladrones y por qué los diamantes no han vuelto a la venta.

Para ello debe hacerse pasar por contrabandista de diamantes, así que Bond viaja a Holanda para encontrarse con una pieza clave del circuito, la bella Tiffany Case. La pista le lleva hasta Las Vegas, donde Bond descubre que su archienemigo Blofeld (Nº1 de SPECTRE) se encuentra detrás del plan. Blofeld ha capturado y mantiene recluso al billonario y magnate Willard White, asumiendo el control de su imperio. Desde allí supervisa  el lanzamiento de un satélite con diamantes incrustados, que tiene la capacidad de lanzar un láser letal que destruye ciudades desde el espacio exterior.

Una vez el satélite está en órbita, Blofeld toma el control y realiza una petición a las Naciones Unidas de un extravagante rescate, o si no el satélite será utilizado para destruir Washington DC.

Thumper, Trina Parks

Bond llega con intenciones de destruir el satélite y se enfrenta a su enemigo en medio de una caótica batalla entre el ejército de SPECTRE y los helicópteros de las fuerzas armadas americanas. Durante la lucha final, Bond logra destruir el centro de control, desarmando al satélite, pero Blofeld vuelve a escapar y queda en el aire la pregunta de cómo recuperar los diamantes del espacio.

Bambi, Lola Larson

Hay que decir sin ningún tipo de vergüenza que Broccoli y Saltzman estaban atemorizados,siendo conscientes de que tenían que hacer algo impresionante para despertar de nuevo el interés por la franquicia 007 y, aunque el actor americano John Gavin había sido contratado como el nuevo James Bond, los directores del estudio consideraron una ¿brillante idea? el recuperar a Sean Connery, que ya había declarado y asumido que era demasiado viejo para el papel.

Plenty O’Toole, Lana Wood

Sean Connery ya había anunciado su negativa a continuar con la saga tras  «Operación Trueno», por considerarse encasillado, pero tras la insistencia accedió a protagonizar «Sólo se vive dos veces», asegurando que sería la última. Parecieron entenderlo porque no  consiguieron convencerle (aunque lo intentaron) con «Al Servicio Secreto de Su Majestad» pero en esta ocasión la insistencia fue mayúscula (llegó a hacer declaraciones públicas indicando que estaba cansado de la insistencia),hasta que de pronto Connery sorprendió a la industria cinematográfica y a buena parte de los seguidores aceptando volver como Bond, regresando por tercera vez como protagonista de la saga.

Marie, Denise Perrier

Quizás la clave de su regreso fue su salario-récord de 1,250,000  dólares más un suculento porcentaje de los beneficios. Connery reveló que estaba captando fondos para la Scotish International Educational Trust, una organización caritativa que había inaugurado recientemente y para la que donó esa cantidad.

El guión, débil y no particularmente atrayente, deja en claro que la fuerza principal de la película reside en la absoluta seguridad de que la presencia de Connery lograría el éxito, cayendo estrepitosamente en dicho error. Pese a la promoción, nuevamente no se logró alcanzar las expectativas.

Tiffany Case, Jill St. John

Para añadir a la lista de errores, ciertos personajes sobreactuados y la decisión de introducir toques de humor contribuyeron al gran tropezón  y, a pesar de que Guy Hamilton había vuelto, la película denota carencias, como si no se tomase lo suficientemente en serio la figura de Bond o su misión. Para mas inri, la batalla final, normalmente el clímax de las películas Bond, es totalmente desastrosa. Sabemos que no es una parodia de la saga, porque no es lo suficientemente graciosa para serlo, pero tampoco llega a ser lo suficientemente seria para ser una película de Bond.

El tema principal, eso sí, tiene gran carisma ya que 007 persigue sin descanso a Blofeld, supuestamente debido al asesinato de su esposa. El tema de John Barry ayuda enormemente a la atmósfera.

Como siempre, aquí os dejo la intro y los títulos de crédito.

Fuentes: Archivo 007,  Wikipedia Filmaffinity y SensaCine

0 comentarios en «Ciclo 007 – Diamantes para la eternidad (1971) Sean Connery»

  1. Es triste tener que decir que una película de James Bond protagonizada por Sean Connery es mala. Pero ésta es muy mala. A Bond se lo ve avejentado, algo excedido de peso, y con unos carrillos tipo «bull dog» (elementos que iban a ayudar a Connery a desencallisarse de James Bond, pero acá era un inconveniente). Aun así, era Sean Connery, y la película, incluso sin un gran argumento, podría haber sido un excelente producto. El gran error fue haber exagerado el humor. Para 1971, el cine y la televisión estaban invadidos por émulos de James Bond (Flint, Matt Helm, The Man from Uncle, Jim West, Los Vengadores) que exageraban el humor, con gran aceptación del público, rayando casi en la comedia. Tal vez los productores de «Diamantes…» pensaron que ésa era la fórmula. El gran error fue haber introducido comicidad en los villanos. Hasta ahora, los filmes de James Bond presentaban algún que otro chascarrillo, pero siempre en momentos de distensión. Los malvados enemigos de Bond seguían siendo siniestros. Acá no. Los dos asesinos que intentan matar a Bond a mitad de la película y en la escena final son casi cómicos. Lo mismo que las bellas chicas que atacan a Bond en la guarida de Blofeld.
    En fin, saber retirarse a tiempo es algo que Connery no hizo.

    en momentos de distensión

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