Mira que he visto películas malas, muy malas… Pero lo de »Black Eagle» no tiene perdón. Es mala con avaricia, aburrida, anodina, soporífera y un largo sinfín de sinónimos de BODRIO. Otras pelis malas, incluso peores técnicamente que ésta (subrayo doblemente el »incluso»), de serie Z o rodadas por algún video-aficionado, pueden tener interés o ser divertidas; pero es que ésta, ésta es, además, un bodrio aburrido, completamente ausente de aliciente alguno.
Después de que un F-11 es derribado en el Mar Mediterráneo, el gobierno americano no puede permitirse el lujo de perder un láser de alto secreto (capaz de rastrear dispositivos) que estaba a bordo del avión de combate. Pero, desgraciadamente, el equipo de la KGB liderado por el infame Andrei está ganándole a la CIA en su carrera por encontrarlo. La CIA no tiene ninguna otra opción que llamar a su mejor hombre, el amo de las artes marciales Ken Tani: nombre en código Águila Negra. En contestación, la KGB acude a una guerra extrema, con el poderoso que arrastra a Ken en una lucha mortal.
Parte con un argumento simplón, en plena guerra fría se pierde un aparatejo importante para los U.S.A., y el ejército americano no puede permitirse que sus archienemigos los soviéticos lo posean. Es muy lenta, la trama no da para mucho y se empeñan en torturarnos más de hora y media.
Pero en serio, dejando de lado lo lenta y absurda que es la película, ni el espectador más empalmado por el género de acción podrá creerse las hazañas de este G.I. Joe de metro veinte capaz de sobrevolar Malta con un ala-delta mientras cuenta con la ayuda de un cura experto en explosivos y binoculares, con los que pasa la mayor parte del tiempo.
Durante su desarrollo no aparecen muchos diálogos, y los que surgen son ridículos y provocan la risa, Van Damme, que encarna a Andrei, un malote soviético con cara de chulo y pelo engominado. Las escenas de lucha entre Andrei y Black Eagle son harto patéticas, sin efecticismo ninguno. Lo peor es ver a Van Damme de traje y haciendo su apertura de piernas inhumana tan típica, creo que tendré pesadillas unas cuantas noches.
Por no tener ni tiene los fallos escandalosos de raccord que la hagan digna de crítica mención,… eso si no contamos que te pueda matar la hélice de un buque (que luego resulta ser el barco de Chanquete durante su destrucción) situada en la proa y no en la popa o las cagadas de ardilla que escupen sangre y el bueno de JCVD mientras hace el baile del robot….
Curioso el cambio a plano aberrante en la secuencia de tiroteo en el hotel, acabando de rematar el legado de Griffith y compañía. La música también es espantosa, no creo que haya nada bueno en ella por más que pienso… ah sí, escenas turísticas de la isla de Malta. Y si he de reseñar una escena para la memoria… cuando pone The End, la mejor escena de todas.
Os dejo el tráiler de Black Eagle.