Sinopsis de «Bendición mortal»
Jim Schmidt, antiguo miembro de una comunidad menonita (secta religiosa que considera los adelantos técnicos como manifestaciones diabólicas) e hijo de uno de sus líderes, muere en un extraño accidente con su tractor, dejando a su esposa sola frente al oscuro secreto que se oculta en una zona rural de la Norteamérica más profunda.
Cuidado con el íncubo
Bendición mortal es uno de los primeros trabajos de Wes Craven y aunque no sea una de sus mejores obras, sigue siendo muy superior a muchas propuestas de terror/suspense actuales, gracias en gran parte a la habilidad del director para crear atmósferas inquietantes y a una esmerada planificación de las escenas de tensión.
También resulta interesante el juego con el espectador acerca de quién o qué será el asesino, un aspecto que Craven desarrolló y al que sacó partido en muchas de sus últimas creaciones. En este caso se mueve de forma ambigua entre el terreno sobrenatural y el psicokiller, y realiza una peculiar rotación de protagonismo entre los personajes principales según avanza la trama que nos permite apreciar diferentes puntos de vista sobre lo que estamos viendo.
La primera revelación final supone un giro casi cómico que sería imitado posteriormente en Campamento sangriento 😉 y significa un pequeño cambio de enfoque al hecho de que la peli parecía una feroz crítica hacia el fanatismo religioso, concediendo un poco de razón a sus argumentos hacia el mal. La segunda vuelta de tuerca, prácticamente un breve epílogo (hoy en día sería una escena post-créditos) destroza por completo ese enfoque crítico y supone un cambio de planteamiento hacia los prejuicios que arrastrábamos al ir viendo la película. Algo que, por otra parte, ya se apuntaba desde el primer minuto, con esa pequeña narración en off.
Muy curiosas las secuencias oníricas, que suponen un anticipo de una de las creaciones más populares del director, así como la escena de la serpiente en la bañera, que también sería recreada precisamente en la misma Pesadilla en Elm Street.