Para estrenarme en el blog, aparte de mi férrea defensa al «King Kong» de Peter Jackson en varios de mis comentarios… hablaré de una de las series que más me ha enganchado estos últimos años (y eso que hoy en día, cualquiera de nosotros seguimos decenas de series en un año, tranquilamente).
Battlestar Galactica parte de una serie de finales de los años 70 que trata la guerra de la humanidad contra la «raza» de las máquinas, los Cylons.
Esta nueva versión va separándose paulatinamente de la original a medida que avanzan los capítulos, cobrando vida propia y acabando magistralmente en una vibrante cuarta temporada (con uno de los mejores finales que haya visto nunca; para evitar spoilers, los que me conocen ya saben qué le da ese toque mágico).
Una pena que, tras la cancelación de la posterior precuela «Caprica» [2010], se espere una nueva saga de BSG, aunque un servidor confíe plenamente en el buen hacer de sus realizadores después de disfrutar esta única temporada de «Caprica».
Cómo argumento de estas cuatro temporadas, la humanidad (que hasta entonces se dividía en 12 colonias) es reducida a cenizas tras la ruptura del «alto el fuego» por parte de los Cylons, y debe sobrevivir a bordo de la única Estación de Combate que queda operativa (…el mismo día de su jubilación).
Este planteamiento no es nada nuevo en una obra, y menos dentro de la ciencia ficción, pero sus creadores saben hacer una obra única, en la que los personajes son gente normal y corriente que debe atarse los machos, y los Cylons son mucho más que unos Terminators preparados para aniquilarnos…
De hecho, al espectador se le invita a sentir una empatía especial hacia unos increiblemente bien desarrollados personajes, estando el «feeling» de la serie en manos de estos, la supervivencia y el famoso dicho americano «Dog eat dog»… La religión cómo «lo que nos separa» cobra especial relevancia en algunos puntos, manteniendo la serie un nivel justo de esa «Ciencia ficción de toques metafísicos» muy bien mantenido en las 4 temporadas… la temática religiosa cobra mayor presencia en «Cáprica».
Todas esta chicha que menciono en el párrafo anterior queda resumida en el que, para mi, es el mejor personaje de toda la serie… Gaius Baltar (James Callis, «Oldspice» en Eureka): doctor, pensador, presidente, amante, mesías…. y de cómo vende, ayuda y vende a la raza humana sin ton ni son… siempre correspondido bajo lógica de su genial personaje.
¿Más personajes a destacar para mi? El sensato y politicamente correcto y Adama (James Olmos), el núcleo duro Saul Tight (Michael Hogan) o el «yoaguantotodo» Helo (Tahmoh Penikett).
Mención aparte para el personaje de Caprica6 que, aparte de tener mucha chicha… y sin ser la jaca más despampanante de la serie.. nos hace perdonar a Gaius por vender a la humanidad una primera vez.