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«Banshee» (2013) – tiran más dos tetas que…

banshee

TÍTULO ORIGINAL Banshee. Small Town, Big Secrets.
AÑO 2013
NACIONALIDAD EEUU
DIRECTOR Greg Yaitanes, Ole Christian Madsen, S.J. Clarkson, Miguel Sapochnik
GUIÓN David Schickler, Jonathan Tropper
REPARTO Anthony Starr, Ivana Milicevic, Matt Servitto, Demetrius Grosse, Rus Blackwell
SINOPSIS Se centra en un ladrón ex-convicto que asume la identidad del sheriff de Banshee, PA, para continuar con sus actividades criminales, incluso cuando está siendo perseguido por los mafiosos que traicionó en el pasado.

El amigo iFox ya nos habló un poco de ella, pero no quiso mojarse más. Hoy vamos a pringar un poco echándole un ojo a lo que ha sido la primera temporada de este reciente thriller.

Banshee nos presenta a un turbio protagonista, rodeado de aún más turbios enemigos, en un ocre y descolorido pueblo de gran presencia Amish sito en Pensilvania. Para aderezar aún más lo sucio de la situación, aquí no dudan en revolcarse a la mínima oportunidad.

Pero no todo va a ser suciedad. Banshee también nos proporciona un poco de acción algo fantasmagórica, leches que duelen y una trama nada complicada, pero bien llevada. Pillos que intentan salvar el pellejo, malos muy malos y rednecks salidos de sus casillas. Es tal el nivel de maldad de algunos personajes que no pude frenar la tentación de ver algún capítulo en latino, pensando que esto les daría puntos (no pasó, pero al menos lo intenté).

El «supermacho», dominado por ¡parvo!

No dudaría en recomendarla a quién guste de unos tiros y unas leches así, sencilla y llanamente metidas. Pero como aquí gustamos de fijarnos en lo malo, vamos a analizar el título de la entrada.

A pesar de superar mi bajo rasero televisivo con creces, Banshee adolece de un grave problema asimilable a los papeles de Kate en «Lost» y Peter Petrelli en «Heroes». El personaje en torno al que está creado todo el drama es una sinsustancia conocida como Carrie Hopewell (Ivana Milicevic). Nuestro señor Sheriff (así como el espectador) no es capaz de asimilar toda la tontunez de este personaje, cayendo el señor Lucas Hood (Anthony Starr) en todo tipo de situaciones «gilís» por culpa de esos ojos que la cabecera de la serie nos mete con calzador al principio de cada capítulo, una y otra vez. Y es que me he tenido que morder la lengua para no titular esto «tira más pelo de…» (porque tetas no hay más que las de Mila Jovovich, este Sheriff es un romántico…), pero se ve que mi petición en Change.org en contra del «efecto Kate» ha caído en saco roto.

Perdonaremos a Carrie por las leches que manda, pero si hay otra temporada, que se ponga las pilas, porque la mascota perdida en la infancia de Lucas Hood podría darle la misma intensidad a la trama.

Piensa con la cabeza, ¡patán!

Todo hay que decir que el Sheriff Hood nos podrá caer simpático (a pesar de sus enajenaciones). Aparte de las «hostias como panes» es un auténtico machote que sólo deja un personaje femenino sin tocar en toda la temporada. ¡Toma Spoiler! Ahora podéis divertiros haciendo apuestas de quién será, pero seguro que cae en la segunda.

Fuera de los protagonistas, el sr. Kai Proctor (Ulrich Thomsen) nos dará un modelo de conducta de lo más adecuado para ir por el mundo adelante. No dudéis en echarle un ojo a la serie si siempre os pedís ser «el malo» y no tenéis nada en contra de los flashbacks-introduce-petardas.

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