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Balada triste de trompeta (2010), ¿cómo están usteeeeedes?

Balada triste de trompeta - poster

TÍTULO ORIGINAL:
Balada triste de trompeta
NACIONALIDAD:
España
AÑO:
2010
DURACIÓN:
107 min.
DIRECTOR:
Álex de la Iglesia
GUIÓN:
Álex de la Iglesia
MÚSICA:
Roque Baños
FOTOGRAFÍA:
Kiko de la Rica
REPARTO:
Carlos Areces, Antonio de la Torre, Carolina Bang, Santiago Segura, Alejandro Tejería, Terele Pávez, Alfonso Aragón, Sancho Gracia, Manuel Tejada, Fernando Guillén Cuervo, Manuel Tallafé, Enrique Villen, José Manuel Cervino, Gracia Olayo, Joaquín Climent, Luis Varela, Juana Cordero, Raúl Arévalo, Fran Perea, Fernando Soto

Sinopsis

En 1937, en plena guerra civil, tropas republicanas irrumpen en un circo, durante el espectáculo, para reclutar a sus empleados para luchar contra las tropas nacionales. Mucho tiempo después, en los últimos años del franquismo, dos payasos luchan por el amor de una atractiva trapecista.

Atado y bien atado

Balada triste de trompeta me produce sentimientos enfrentados y opuestos. Después de un genial prólogo de apenas un cuarto de hora, durante los siguientes 90 agónicos minutos he sido incapaz de alejar de mi cabeza el pensamiento de «¿pero qué puta mierda es esta?».

Sin embargo, una vez acabada la tortura, digerido el mal trago y enfrentado a este texto, buscando qué podría escribir más alla de «tremendo pestiño intragable», empecé poco a poco a darme cuenta de que realmente la película es una alegoría bastante acertada y brutal de los últimos 80 años de la historia de España… y a este paso, de los próximos 80.

El problema es que más allá de esa metáfora, que se centra en el brillante prólogo ya mencionado y en un puñado de escenas dispersas que, eso sí, resultan visualmente impactantes, la peli en sí es bastante vacía. No consigue en ningún momento generar interés por lo que pasa, ni por los protagonistas, ni por las relaciones entre ellos, ni por nada de lo que intenta contar para rellenar lo que acaban dando la impresión de ser media docena de ideas muy buenas y muy bien plasmadas, pero que acaban enterradas y dispersas en medio de un montón de humo aburrido y sin sentido.

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