Icono del sitio Zinemaníacos

Anon (2018), noir aséptico

Anon - poster
TÍTULO ORIGINAL:
Anon
NACIONALIDAD:
Reino Unido
AÑO:
2018
DURACIÓN:
100 min.
DIRECTOR:
Andrew Niccol
GUIÓN:
Andrew Niccol
MÚSICA:
Christophe Beck
FOTOGRAFÍA:
Amir M. Mokri
REPARTO:
Clive Owen, Amanda Seyfried, Colm Feore, Sonya Walger, Mark O’Brien, Joe Pingue, Iddo Goldberg, Sebastian Pigott, Rachel Roberts, Marco Grazzini, Conrad Coates, Mayko Nguyen, Sara Mitich, Damon Runyan, Charles Ebbs, James Tam, Jonathan Potts, David Storch, Billy Parrott, Jean-Michel Le Gal, Jaiden Cannatelli, Doug Murray, Jordan Claire Robbins, Rosalba Martinni, Alyson Bath, Eric Woolfe, Sierra Wooldridge, Joe Vercillo, Neil Girvan

Sinopsis de Anon

En un futuro próximo, los seres humanos almacenan digitalmente cada imagen que sus ojos visualizan, no existe la privacidad ni el anonimato, con lo que tampoco hay casos delictivos. Una serie de asesinatos están siendo hackeados para disimular el crimen, lo que pone en alerta a la policía.

It’s not that I have something to hide. I have nothing I want you to see.

Anon es un thriller distópico dirigido por Andrew Niccol (responsable de títulos como Gattaca, S1m0ne o In Time) con un protagonismo compartido entre Clive Owen (Closer, Sin City, Hijos de los Hombres) y Amanda Seyfried (Jennifer’s Body, Caperucita Roja, Los Miserables).

La estética retro-futurista envuelve una colección de tópicos de cine negro: la mujer fatal, el policía/detective traumatizado, las situaciones que no son lo que parecen y un encadenamiento fatalista de los acontecimientos. Niccol vuelve a incidir en el tema de la identidad, que parece ser una de sus paranoias favoritas; en este caso lo complementa con el debate entre privacidad y seguridad.

El planeamiento inicial es muy atractivo. Sí, hay retazos de cosas vistas en Minority Report, La Memoria de los Muertos, Días Extraños o Ghost in the Shell (el manga o el anime), pero todo presentado de forma interesante y novedosa. El desarrollo es algo lento, pero resulta acorde con lo que se está contando, aunque hay un pequeño bucle en la trama que casi sobra. El final puede parecer decepcionante porque da toda la impresión de que es muy «uy, no sé cómo terminar esto».

Una cosa que llama poderosamente la atención en todo el metraje es lo que señalo en el título de la reseña. La puesta en escena es completamente aséptica en todos los sentidos posibles. Los escenarios parecen completamente limpios hasta el extremos de la esterilización: tanto los apartamentos de los protagonistas, como la comisaría de policía y las escenas a pie de calle (buscando una prostituta o trapicheando con droga). Hasta los personajes son extremadamente fríos, limpios de cualquier tipo de sentimiento y emoción.

Trailer de Anon

Salir de la versión móvil